El Caminante dibuja el Alma del otoño en Samaniego

Autor: Jose Ramon Elorriaga Zubiagirre (El Caminante del Alma)
www.elorriagazubiagirre.com
Publicado en: http://blogriojaalavesa.eus

 
No es campo de batalla. Ojalá no hubiera más campos de batallas nunca más. De haberlos, que fueran como estas viñas que se quedaron sin uvas en Rioja Alavesa.






Hasta el pie de esas cepas llegamos en son de paz, con Gonzalo Saenz de Samaniego, una mañana luminosa y fresca del 3 de noviembre de 2016. Nos acompañaba el Caminante del Alma, que escribió sus notas y desplegó el arte en su bloc de viaje.

Esta es la crónica del Caminante del Alma de Rioja Alavesa. Sus palabras saben a racimos solitarios que recitan versos. Estrofas que se van al cielo de la Sierra sobre las alas de los pájaros.

VIÑAS TRAS LA VENDIMIA *


Octubre se despide con los infalibles días de viento sur. Los perros salen de las casas en busca del sol, y los dueños ‘escobean’ hojas que juegan al corro de las patatas. Los tendederos ondean ropa multicolor. Huele a mosto, oruja, vino… y uva que se marchita en el campo.

La fuente de los tres caños regala agua de la Sierra Cantabria. Desde la ermita de la Virgen del Valle, el pueblo de Samaniego es un puñadito de casas de las que emerge la torre de Nuestra Señora de la Asunción.






“UN PUÑADITO de casas de las que emerge la torre de Nuestra Señora de la Asunción”.



Mucho trabajo en la Bodega Ostatu, de la familia de Saenz de Samaniego. El que tuvieron sus antepasados, por estas fechas y aquí mismo. Viñedos de familia con recuerdos en cada rincón. Cepas de 85 años con troncos montando piel sobre piel, que conocieron los esfuerzos y los mimos de padres y abuelos. Los Saenz de Samaniego son pura cepa de su pueblo.






UVAS de Revillas, donde conviven cinco variedades, entre ellas malvasía y viura.


Entre viñas, los restos de la ermita de San Roque. Si las piedras hablaran…

Samaniego pueblo, se recorre fácilmente, pero los viñedos son otra cosa. Desde los próximos a la Sierra y donde comienza el sotobosque del Eskamelo, se distingue toda Rioja Alavesa. Paños tintados con todas las gamas del oro.






OVEJAS comiendo pasto, hojas de viña y uvas. Uvas!


Tasio el pastor charla sin prisa mientras el rebaño de ovejas y la burra raciman. Los perros se tumban a la sombra y frescura del ribazo.

Ermita del Cristo o de la Santa Cruz, a las faldas de San León y Eskamelo. Reconstruida en el año 1993 con el esfuerzo de todo el pueblo. Junto a ella discurre el viejo camino que enlaza Samaniego con Pipaón. Allí parten interesantes paseos de montaña.






CASERÍO de Samaniego, huella notable de orígenes e identidad.


Los estorninos se organizan en pequeños bandos para conformar un ejército que, en forma de nube negra, hará increíbles acrobacias sobre las viñas con pasas y los tejados de los pueblos.






LA VIÑA. Se diría que este año ha parido el Arcoiris.



Con el paseo degustamos diferentes variedades de uva tinta y blanca. Es una experiencia excepcional catar los buenos vinos de Ostatu, después de que todos los sentidos, especialmente el paladar, vienen impregnados de lo sentido en las viñas cuando finaliza la vendimia.






BLOC de anotaciones del Caminante, que en esa hoja concluye su crónica “Viñas tras la Vendimia”.

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